viernes, 7 de febrero de 2014

Ese instante en el que el mundo se detiene por ti

Leyendo mis anteriores entradas, y tras varios comentarios, he llegado a la conclusión de que quizá soy demasiado pesimista en mis reflexiones y parece que siempre tengo que hablar de cosas malas o de aquello que no me sale bien. Quizá vaya siendo hora de dejar ver la otra cara de la luna y qué mejor manera de empezar que con un tema bastante conocido por todos como es el amor. ¿Qué decir del amor?

Según la RAE, la definición de amor es "Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear."

¿En serio? Perdonad que lo dude, pero en mi opinión la definición de amor posiblemente sea la más abstracta y subjetiva que pueda existir. Estoy segura de que podría obtener una definición única por cada persona a la que preguntase. Incluso yo podría daros una explicación de lo que entiendo por amor hoy y mañana otra diferente, ya que cada día nos acompañan miles de factores que alteran nuestra percepción acerca de las cosas. Aún así, voy a intentar describir lo que sentí estando enamorada con el fin de ver si se aproxima a lo que alguno hayáis podido sentir en alguna ocasión. Considerarlo como un 1% de lo que en realidad se siente.

Podría empezar diciendo que el amor es sentir la felicidad en cada parte de tu cuerpo, sentirse completamente llena, a salvo, única. Es conectar de tal forma que llegues a pensar igual que tu pareja, hasta el punto de que uno empiece una frase y otro la acabe. Es mirarle a los ojos y saber que no querrías estar en otro lugar de la línea espacio-tiempo. Que te de la mano, charlar, tirarse en el césped en silencio y que sólo eso te baste, y pienses que podrías hacer lo mismo cada día el resto de tu vida sin aburrirte lo más mínimo. Es necesitar más y más, más besos, más caricias, más palabras... Y no cansarte de recibirlo, no sentirte saciado, como si nunca fuese suficiente el tiempo que pasas con esa persona. Querer contar cada detalle de lo que te ha pasado, querer compartirlo todo, como si fueseis uno. Quedarte sin aliento, que se te cierre el estómago cuando discutís. Conocer cada detalle el uno del otro y te encante, hasta el punto de considerar los defectos como cualidades que le hacen único y especial. Llorar de emoción y alegría. Que cuando creas no poder quererlo más, haga algo y te siga enamorando cada día más que el anterior. Saber que todo va a ir bien al pensar en él cada minuto, cada segundo del día. Y sobretodo, es saber que la otra persona siente exactamente lo mismo que tú y que siempre estará a tu lado para guiarte, para que no te pierdas.

A menudo me fijo en las parejas que pasean por la calle y me pregunto si sienten amor o es sólo cariño. Me entristece pensar que hay parejas que siguen por rutina, me entristece imaginarme algún día así. Quiero que me besen y ver fuegos artificiales a cada instante.

No creo en el amor para siempre, pero sí creo en el amor de verdad. Sé lo que es el amor y no estoy dispuesta a conformarme con menos.





1 comentario:

  1. Qué profundo. Pues yo estoy de acuerdo con la RAE (no puedo creer que esté diciendo esto con esos hijos de p****….). Pero eso es otra historia.

    No eres pesimista, eres realista, como yo. Y todos vamos a morir. ¿Por qué nadie más lo ve? ¡Vamos a morir! ¡Soltadme!¡No estoy loco! ¡NO ESTOY LOCO!

    PD: no te conformes con menos

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